Los protagonistas de El asombroso Mauricio y sus roedores sabios, de Terry Pratchett, son ni más ni menos que un gato, unas cuantas ratas y un chico que toca la flauta. Y es que unas ratas de Ank-Morpork se comieron la basura de la Universidad Invisible y de repente se transformaron en seres conscientes: aprendieron a hablar, leer y escribir y se dieron cuenta de lo que significa ser consciente de tu propia existencia.
Esto es lo que le sugiero —dijo—. Finja usted que las ratas pueden pensar, y yo le prometo que fingiré que los humanos también (p.270).
Mauricio, un gato callejero bastante perillán, también se ha transformado y junto con las ratas emprende una aventura… en forma de estafa. Mauricio es la mente pensante de este grupo y, como gato que es, no tarda en sacar provecho de su nueva condición. Un día se le ocurre que podrían ir de pueblo en pueblo, y simular que hay una plaga de ratas. Y allá que se van gato, ratas y un chico con cara de tonto, Keith, que será el supuesto flautista que salve a los pueblos que vayan visitando de la repentina y extraña plaga de ratas que asola sus despensas.
Esta estafa ha tenido éxito en unos cuantos pueblos, pero las ratas empiezan a pensar que no es moral seguir engañando a la gente, así que deciden dar el último gran golpe en un pueblo llamado Mal-Baden (según Mauricio, la traducción sería «Mal Baño»). No tardarán en descubrir que el pueblo pasa por una desoladora y extraña hambruna. Todo el mundo dice que son las ratas las que roban los alimentos, pero nuestras ratas habladoras descubren que en el pueblo no quedan ratas normales.

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Y a partir de aquí empieza a desarrollarse una trama un tanto oscura, con un villano muy poderoso y más personajes peculiares, como Malicia, nieta de las hermanas Grima, que tiene una imaginación desbordante y vive constantemente en un cuento. En otras palabras: ella sola se monta en unas historias que son para morirse… Y así acaban, metiéndose en más de un lío por culpa de su desbordante imaginación.
Aunque El asombroso Mauricio y sus roedores sabios se suele considerar como juvenil dentro del universo de Pratchett, a mí no me ha parecido juvenil al uso, sobre todo por los temas que trata y por ciertos pasajes duros con muertes incluidas (cómo no, la Muerte tenía que aparecer sí o sí).
Pero en los cuentos de hadas, cuando alguien muere… no es más que una palabra (p.93).
Diría que es más convencional, ya que hay división por capítulos, es una novela menos coral y hay pocas notas al pie de página. Estos tres elementos formales suelen caracterizar las obras de Pratchett, pero con esta novela ha quedado demostrado que, sin ellos, sigue siendo Pratchett. Es una buena forma de empezar por Terry Pratchett, pues apenas hay referencias al mundo exterior ni visitamos los lugares o las gentes que conocemos en el resto de libros. Así pues, se puede leer de forma independiente a las sagas que conforman el Mundodisco y es una buena forma de enganchar a un lector joven.
Aun así, el lector habitual de Pratchett quizás espere encontrarse con viejos conocidos y por eso quizás pueda gustar menos. A mí me duró dos noches, lo disfruté mucho y, cómo no, anoté un montón de citas y reflexiones.
Si existiera la Gran Rata, y yo espero que sí, no hablaría de guerra y de muerte. Estaría hecha de lo mejor que podemos ser, no de lo peor que somos (p.228).
¡Hola!
Me gusta que se pueda leer de forma independiente, porque de momento solamente he leído una de sus novelas, así que no descarto animarme pronto con este libro. También me atrae que hayas apuntado muchos fragmentos. Vamos, apuntado en la lista queda, y espero hacerle pronto un hueco.
Un beso
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