Un virus letal arrasa con los seres humanos en menos de dos meses. Tus seres queridos mueren, tus vecinos empiezan a oler mal, te has quedado a solas en tu barrio, en tu ciudad; puede que hasta en el planeta. No dejas de preguntarte: ¿por qué yo no he muerto con el resto de la humanidad?
Tras lo ocurrido en 2020, ¿verdad que no resulta tan complicado imaginarnos en esta situación?
Pues este es el argumento de Last One at the Party, de Bethany Clift. Quizás penséis que es demasiado pronto para leer un libro sobre una pandemia y sí, es posible. Os he avisado. Sin embargo, la novela revela su encanto a medida que cuenta las aventuras y, sobre todo, desventuras de la última mujer en la faz de la Tierra. Lo mejor: Bethany Clift no se imagina a una heroína con dotes extraordinarias para la supervivencia, sino a una mujer normal y corriente que no sabe encender un fuego y que, ante la soledad aplastante de su situación, decide que lo mejor es pillarse una buena cogorza.
Argumento

Aunque la trama de «el último superviviente en la Tierra» se ha repetido hasta la saciedad, es raro ver películas y libros protagonizados por la última mujer superviviente. Este giro de tuerca fue lo que me llamó la atención de Last One at the Party y, en ese sentido, cumple.
A través de un diario, la protagonista (de quien nunca llegamos a saber su nombre) cuenta su vida antes y después de la aniquilación de la humanidad. Antes trabajaba en una oficina, aunque su pasión era escribir. Sus padres le dieron una buena infancia, pero depositaron sobre ella unas expectativas románticas demasiado grandes. Y eso la llevó a conformarse con la primera relación seria con la que se encuentra, perdiéndose a sí misma por el camino.
Después: trabaja para sobrevivir, aunque le cuesta pillarle el truco y más de una vez está a punto de morir por no pararse a pensar medio segundo. Todos sus seres queridos han fallecido. Ella misma se plantea suicidarse, pero entonces se encuentra con Lucky, un perro que la ayudará a recuperar su identidad (y no, el perro no muere en el transcurso de la novela).
Alternando entre el pasado y el presente, la protagonista relata el fin de la humanidad y el nacimiento de una nueva era llena de pesadillas inimaginables. Sin embargo, lejos de ser catastrofista, la autora consigue encontrar el equilibro perfecto entre el humor y la pérfida realidad.
Personajes
Dado el argumento, esta podría parecer una historia de pocos personajes. Y, aunque la narración se centra gran parte del tiempo en la protagonista, los flashbacks de su vida presentan a su marido, sus padres y sus amigos. No obstante, para mí el mejor personaje es Lucky, que es más sensato que su dueña.
Pero qué decir de la protagonista. Al principio de la novela hay una nota de Bethany Clift explicando un poco cuál era su intención a la hora de escribir el libro y la mala suerte que ha tenido de publicarlo durante una pandemia real. En ese breve texto, nos describe a la protagonista como un ser humano normal y corriente, y es una valoración acertada: es un personaje caótico obsesionado con encontrar al hombre perfecto, con tener la vida perfecta; ambas son expectativas que nos suelen imponer a las mujeres desde niñas. Pero también es caótica, impulsiva y poco dada a planear antes de actuar. Lo bueno: es apasionada, sensible, buena escritora y dada a los demás. Algunos de estos atributos no sirven para nada en el apocalipsis, pero otros le salvarán la vida.
Estilo

Como Last One at the Party está narrada en primera persona, el estilo es desenfadado y, a veces, un tanto británico, aunque no duda en contar con todo lujo de detalles ciertas escenas escatológicas (he perdido la cuenta de las veces que vomita la protagonista). Tiene un no sé qué que engancha y hace que devores el libro casi sin darte cuenta, a pesar de que, en ocasiones, te lleves las manos a la cabeza de lo desastre que es la protagonista y los líos en los que se mete. Sin embargo, en este sentido me ha gustado mucho; las narraciones bien hechas en primera persona no abundan.
Temas tratados
Y aquí es cuando, para mí, se vuelve peliaguda la cosa. Last One at the Party no trata solo sobre supervivencia, sino que también incluye temas de interés general. No obstante, al final no están muy bien llevados y lo que pretendía ser una novela feminista (como dice la autora al principio) acaba en el montón de: «hablar sobre mujeres no es feminismo». Feminismo es lucha, emancipación, hermandad, interseccionalidad.
Y esto aquí no lo encontramos. Lo que hay en Last One at the Party son tópicos manidos del tipo «si tengo pareja/un bebé me solucionarán todos los problemas», además de relaciones bastante tóxicas donde la mujer cambia por completo para que el hombre la quiera de verdad, porque siente que su verdadero yo no es suficiente para complacerle.
En este contexto, además, se introduce el tema de la salud mental; en concreto, se habla de ansiedad, depresión e ideaciones suicidas. Sin embargo, la narración siempre pone el foco en cómo estas enfermedades afectaron para mal a la protagonista, pero nunca en su recuperación. Si va a terapia, solo se menciona de pasada, en una línea al final del párrafo, y nunca se comenta si realmente la ayudó en algo.
Relacionado con todo esto está el uso y abuso de las drogas y del alcohol por parte de la protagonista. Tras verse sola en el mundo, decide que lo mejor es caer en una espiral anestesiada de drogas. Con ello solo consigue evadirse de mala manera de la situación en la que está metida.
Curiosidades
La autora cuenta en su prólogo que, justo cuando la pandemia (real) azotó Reino Unido, ella estaba revisando Last One at the Party. A lo largo de la lectura, vemos que esto le permitió incluir algunos guiños a la situación vivida en 2020, hecho que no deja de parecerme como algo digno de la ciencia ficción.
Conclusión
Last One at the Party es una novela ágil, divertida y muy completa que trata sobre la última mujer en la Tierra. Una mujer normal y corriente, sin prácticamente ninguna habilidad que le permita sobrevivir al fin de la humanidad. A través de un diario, relata su experiencia actual y su vida previa al virus letal que ha arrasado con la civilización. Aunque algunos de los temas sociales que trata son interesantes, lo cierto es que a mi parecer no están bien desarrollados. Las mujeres no pensamos solo en casarnos y en tener descendencia. Aunque estas sean ideas que nos han metido en la cabeza a la fuerza, me habría gustado ver una evolución más tangible en la protagonista. Esto, en definitiva, juega en contra de mi valoración de Last One at the Party, aunque debo reconocer que la novela me enganchó bastante y la devoré en dos días. Si os van las historias de supervivientes caóticas, echadle una ojeada.
Last One at the Party se publica el 4 de febrero de 2021 de la mano de Hodder & Stoughton, a quienes agradezco que me hayan ofrecido un ejemplar para reseñar.